A
raíz de lo sucedido en París estos días, llama la atención varias cosas:
-
Los
terroristas que han cometido los crímenes son personas de origen extranjero,
pero nacidos en Francia o Bélgica en segunda e incluso tercera generación.
-
Todos
provienen de barrios de la periferia que triplican el paro y la pobreza del
resto de barrios de Bruselas y/o París.
-
A
pesar de ello la respuesta de Francia y aliados ha sido bombardear masivamente
Raqa en Siria, donde además de los fanáticos del Isis viven 200.000 personas
inocentes
-
La
Unión Europea que no se doblegó en sus exigencias de austeridad cuando la gente
no tenía para comer, ahora da luz verde a acabar con la austeridad para ir a la
“guerra”
Yo
no sé a vosotros, pero a mí me parece que no hemos entendido nada.
Llegados
a este punto, ya habrá quien piense que estoy justificando a los terroristas,
pero no, no los justifico, todo lo contrario.
Habría
que pensar ¿Qué está fallando en este caso en Europa, para que gente originaria
de otros países, en este caso árabes , ya ciudadanos franceses, belgas,
alemanes, británicos , de segunda o incluso tercera generación, caigan en este
fanatismo?
¿No
será que ha fallado por completo las políticas preventivas de integración?
Durante
estos años, con la excusa de la crisis, hemos visto como la ideología de la austeridad,
nos ha impuesto eliminar todo lo que la Unión Europea a las órdenes de Alemania
nos ha ordenado. ¿Y que ha sido? Pues sobre todo las políticas sociales, que
han sido consideradas como gastos superfluos.
No
hablo ya de las rentas mínimas para que la gente coma, que ya es lo peor de lo
peor y para las que no ha habido ni la más mínima piedad ¡Había que cumplir el
déficit!
Hablo
también de las políticas comunitarias, con dinamización comunitaria, centros de
ocio alternativo e inclusivo, alternativas sanas de ocio, facilidad de acceso a
becas y ayudas para no tener que abandonar los estudios, apoyo y refuerzo en
los estudios para personas que por no tener el suficiente refuerzo familiar se
han visto abocados al abandono escolar, etc.
¡Todo
esto fuera, es necesario cumplir el déficit, austeridad, austeridad!
Pensemos
un poco, en una persona o familia en dificultad social, en situación de pobreza,
que por los recortes y eliminación de esos recursos que he citado antes se ve
frustrado en su deseo de mejorar en la vida. Fracasa en el colegio, porque
nadie le apoyó en casa ya que sus padres estaban 10 horas fuera trabajando ,y el Centro Social
donde podía haber ido a refuerzo escolar cerró por los recortes.
O
se esforzó y al llegar a la universidad, no pudo continuar porque las tasas
eran prohibitivas y el sistema de becas se esquilmo enormemente por los recortes,
por la austeridad. O siendo un adolescente, el Centro Joven de su barrio donde
se hacían multitud de talleres cerró y la única alternativa en su tiempo libre
con sus amigos fue dar vueltas por la periferia. Y todo esto en un barrio que
poco a poco se ha convertido en un gueto, con carencia de infraestructuras
comunitarias y en el que apenas hay inversión porque hay que cumplir un déficit.
Y
cuando estás ahogado por la falta de expectativas de vida, laborales, de futuro,
alguien viene y te envenena la cabeza, y te hace ver que eso te pasa porque
eres árabe, o como dicen en las redes sociales “un puto moro” al que piden “vuelve
a tu país”, cuando resulta que tú y tus padres ya nacisteis ahí en la periferia
de París, Londres, Madrid,… Y por qué será que te comes la cabeza y ese veneno
que te están inoculando prende en tu cerebro y de repente consiguen volverte un
fanático lleno de odio, y que decides refugiarte en alguien que te ofrece algo “supuestamente
bueno” y que un buen día te pide que vacíes ese odio contra todos los que
supuestamente son los culpables de tu situación; de forma que coges un cinturón
de explosivos y…
Vale,
vale, llámame exagerado. Sí que es verdad que esto puede ser un caso entre un
millón, pero quería llamar la atención sobre las políticas europeas en general
y española en particular.
Sigamos
recortando servicios sociales, sigamos recortando políticas de prevención de la
exclusión social, sigamos recortando en educación pública, en su calidad, en
sus becas, carguémonos la dinamización comunitaria, todo eso que algunos
políticos ven como derroche; y luego cuando las cosas a veces se vayan de las
manos, gastémonos treinta veces lo
ahorrado en policías, bombas, cazabombarderos y más guerras. Si alguien cree
que ese es el camino va bueno.
Y
ahora metámonos con los que piensan como yo, y acusarnos de defender a los
asesinos por pensar así, o pongamos estupideces en las redes sociales,
quejándonos de la inversión en políticas sociales; si ese es el camino que
queremos, apañaos vamos. Y ya de paso jaleemos el recorte de libertades en pos
de la seguridad y demos el visto bueno a saltarnos, entonces sí, el déficit
para financiar la mano dura.
¿Os
imagináis tener un hijo toxicómano? ¿Y qué vuestra única reacción cada vez que
viene “puesto” sea darle una paliza? ¿Creéis que conseguiríais algo? ¿No sería
más efectivo apoyarle, hacerle reconocer su problema, ir a las causas de su
problema y ponerlos en manos de especialistas? Pues si esto lo vemos claro ¿Por
qué lo otro no?
En
definitiva, sigamos recortando en políticas sociales, en programas de
inclusión, en proyectos de prevención de la exclusión social. Sigamos
recortando en educación, becas,…
Y
gastémonos 30 veces más en antidisturbios, porras y bombas, ¡Vamos, todos
juntos hasta el precipicio!
PD:
Todo esto ha de aderezarse con temas como:
-
Cuál
ha sido la política occidental en los países de medio oriente
-
A
que dictadores hemos apoyado por interés económico
-
Guerrillas
a las que hemos financiado, armado y luego se han vuelto contra occidente
(talibanes, isis,..)
-
El
negocio de venta de armas por encima de todo
-
Regímenes
autoritarios y feudales, campeones en decapitaciones y crucifixiones y a los
que rendimos pleitesía (Arabia Saudí)
-
Regímenes
autoritarios y feudales que no respetan los derechos humanos y a los que
publicitamos en nuestras camisetas deportivas (Catar, Fly Emirates)
Mézclese
todo y métanse debajo de la mesa.