martes, 10 de febrero de 2015

La Junta de Castilla la Mancha se borra del mundo rural







Estos carteles que salen en la parte superior, son los que anunciaban servicios prestados por la Junta de Castilla la Mancha en La Vegallera, una pedanía de Molinicos en la Sierra del Segura en Albacete.
Las ha hecho un amigo, que es originario de allí, con su propio móvil. En dicho cartel se han borrado las letras que ponía “Junta de Comunidades de Castilla la Mancha”
Una imagen que vale más que mil palabras, y refleja el abandono del mundo rural en nuestra tierra; una región eminentemente agraria con centenares de Vegalleras.
Hoy hablamos de esta localidad, pero podríamos hablar de muchas otras de Albacete, Cuenca, Guadalajara,  Ciudad Real o Toledo.
La Vegallera cuenta con 200 habitantes, aunque en agosto puede llegar a los 700, que vuelven en busca de sus orígenes que un día tuvieron que dejar atrás.
Hoy en día su población está muy envejecida y… abandonada.

El primer cartel es el del Centro Social, antes el Trabajador Social iba 2 horas al mes, ahora con el despido de profesionales  esa visita se espacia aún más. Las actividades de dinamización comunitaria y envejecimiento activo que se ofrecían desde los servicios sociales y que eran la única distracción de los mayores que viven allí,  ya no existen. En 2011 estos programas fueron suprimidos por la Junta. Quizás le parecieron superfluos y había que ahorrar. Para colmo el Hogar del Jubilado también cerró; ya no hay donde ir
El consultorio médico ha espaciado las visitas del doctor, por lo que abundan los remedios caseros para el que le da un “apechusque”
El Colegio cierra este curso, ahora los niños de la localidad tendrán que estudiar en la localidad Molinicos. El mayor problema que tienen en esta pedanía es que está en plena Sierra del Segura a 1.200 metros de altura, con el hielo, frío y nieve que se acumula en la carretera comarcal que lleva a Molinicos. Algunos picos de la localidad llegan hasta los 1.700 metros, lo que hace la geografía de la zona complicada para recorrer los 23 kilómetros entre Vegallera y Molinicos, una carretera que suele tener nieve entre 3 y 4 meses al año, se tardan unos 40 minutos y no se puede pasar de 30km la hora la mayor parte del recorrido, aunque eso sí, a ojo, ya que la carretera está sin señalizar.
La Vegallera no tiene línea de autobús, ni taxis, para desplazarte o tienes coche o buscas la solidaridad vecinal.
Las carreteras llenas de baches son arregladas por los propios vecinos, ya que hace mucho tiempo que las máquinas no pasan por allí a “apañar” las vías de comunicación. Hablando de comunicarse, allí solo llega la cobertura de Movistar y a veces muy deficiente, de las demás compañías no se sabe nada.
Las familias con niños se van, no hay futuro, en los últimos tiempos han cerrado 10 explotaciones ganaderas y lo poco que quedan son los olivos.
Y ahí queda, una población envejecida y con servicios escasos y muy deficientes.
La Junta de Castilla la Mancha, que debería velar por preservar el mundo rural, una esencia de nuestra región, se borra, no solo de los carteles sino también de las Vegalleras de toda nuestra geografía. Se da la espalda a unos ciudadanos a los que se convierte no ya en segunda categoría sino de tercera o cuarta. Y es que no se puede gobernar una tierra como si de una gran urbe se tratara. Los parámetros de Madrid capital no son en absoluto válidos en nuestra tierra. El mundo rural necesita más servicios, más atenciones, más recursos, que sí, que quizás no sean rentables económicamente, pero los que allí viven no son números, son castellano manchegos con los mismos derechos que los que viven en Zocodover,  el Altozano o Carretería; pero que ven como sus servicios desaparecen, que ya no hay nada en el pueblo; y que su administración autonómica, la Junta de Castilla la Mancha, se ha borrado, hasta de los carteles.