Estos
carteles que salen en la parte superior, son los que anunciaban servicios
prestados por la Junta de Castilla la Mancha en La Vegallera, una pedanía de
Molinicos en la Sierra del Segura en Albacete.
Las
ha hecho un amigo, que es originario de allí, con su propio móvil. En dicho
cartel se han borrado las letras que ponía “Junta de Comunidades de Castilla la
Mancha”
Una
imagen que vale más que mil palabras, y refleja el abandono del mundo rural en
nuestra tierra; una región eminentemente agraria con centenares de Vegalleras.
Hoy
hablamos de esta localidad, pero podríamos hablar de muchas otras de Albacete,
Cuenca, Guadalajara, Ciudad Real o
Toledo.
La
Vegallera cuenta con 200 habitantes, aunque en agosto puede llegar a los 700,
que vuelven en busca de sus orígenes que un día tuvieron que dejar atrás.
Hoy
en día su población está muy envejecida y… abandonada.
El
primer cartel es el del Centro Social, antes el Trabajador Social iba 2 horas
al mes, ahora con el despido de profesionales
esa visita se espacia aún más. Las actividades de dinamización
comunitaria y envejecimiento activo que se ofrecían desde los servicios
sociales y que eran la única distracción de los mayores que viven allí, ya no existen. En 2011 estos programas fueron
suprimidos por la Junta. Quizás le parecieron superfluos y había que ahorrar. Para
colmo el Hogar del Jubilado también cerró; ya no hay donde ir
El
consultorio médico ha espaciado las visitas del doctor, por lo que abundan los
remedios caseros para el que le da un “apechusque”
El
Colegio cierra este curso, ahora los niños de la localidad tendrán que estudiar
en la localidad Molinicos. El mayor problema que tienen en esta pedanía es que
está en plena Sierra del Segura a 1.200 metros de altura, con el hielo, frío y
nieve que se acumula en la carretera comarcal que lleva a Molinicos. Algunos
picos de la localidad llegan hasta los 1.700 metros, lo que hace la geografía
de la zona complicada para recorrer los 23 kilómetros entre Vegallera y
Molinicos, una carretera que suele tener nieve entre 3 y 4 meses al año, se
tardan unos 40 minutos y no se puede pasar de 30km la hora la mayor parte del
recorrido, aunque eso sí, a ojo, ya que la carretera está sin señalizar.
La
Vegallera no tiene línea de autobús, ni taxis, para desplazarte o tienes coche
o buscas la solidaridad vecinal.
Las
carreteras llenas de baches son arregladas por los propios vecinos, ya que hace
mucho tiempo que las máquinas no pasan por allí a “apañar” las vías de
comunicación. Hablando de comunicarse, allí solo llega la cobertura de Movistar
y a veces muy deficiente, de las demás compañías no se sabe nada.
Las
familias con niños se van, no hay futuro, en los últimos tiempos han cerrado 10
explotaciones ganaderas y lo poco que quedan son los olivos.
Y
ahí queda, una población envejecida y con servicios escasos y muy deficientes.
La
Junta de Castilla la Mancha, que debería velar por preservar el mundo rural,
una esencia de nuestra región, se borra,
no solo de los carteles sino también de las Vegalleras
de toda nuestra geografía. Se da la espalda a unos ciudadanos a los que se
convierte no ya en segunda categoría sino de tercera o cuarta. Y es que no se
puede gobernar una tierra como si de una gran urbe se tratara. Los parámetros
de Madrid capital no son en absoluto válidos en nuestra tierra. El mundo rural
necesita más servicios, más atenciones, más recursos, que sí, que quizás no
sean rentables económicamente, pero los que allí viven no son números, son
castellano manchegos con los mismos derechos que los que viven en Zocodover, el Altozano o Carretería; pero que ven como
sus servicios desaparecen, que ya no hay nada en el pueblo; y que su administración
autonómica, la Junta de Castilla la Mancha, se ha borrado, hasta de los
carteles.